He guardado en el zurrón del tiempo piedras de mil colores y formas.
Las he encontrado, en las plazas de los pueblos, en las veredas, a la orilla de un riachuelo, al atravesar una calle.
Me han acompañado en el trabajo.
Son esos seres que te orientan, enseñan, comparten sin pedir nada.
Yo las comparo como piedras en mi camino.
Piedras rodadas de la montaña o traídas por un torrente con la barrancada.
Piedras duras recias fuertes, o las hermosas y sencillas piedras de río, o las refulgentes piedras del fondo de la montaña.
A su lado he aprendido algo que no se estudia en los libros.
Todas y todos me han enseñado a vivir.
Para todas y todos, presentes o ausentes únicamente tengo una palabra: GRACIAS.
Ilustración: Fotografía de Brad West en Unsplash
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