top of page
Writer's pictureMarichoni

¿Cómo me hice consciente de mi humanidad? - Marichoni



Cambiar el mundo, amigo Sancho,

no es utopía ni locura, es justicia.

Don Quijote


    Desde que tengo uso de razón me he identificado como perteneciente a la humanidad, buscando mi ser y mi hacer con más conciencia, para representar mejor a mi especie.


    Nací como humana, pero a través del tiempo, tuve que aprender a serlo, haciendo lo que más me acercaba a esa esencia.


    Por ello empecé a cuestionarme, en posesión de la libertad, la conciencia y la voluntad, cómo debía elegir para encontrar y dar las respuestas que me hicieran más humana.


    Soy parte de la naturaleza y soy integrante de una de las especies de los seres vivos, pero me distingo de todos ellos porque tengo esa libertad  que me ayuda a decidir siempre lo mejor para mí y para el resto de la humanidad, porque tengo la consciencia de mi ser vivo y de mi finitud y por ello valoro el tiempo y las oportunidades, ya que ambos pasan irremediablemente y porque tengo la voluntad para aprender, para ser diferente y cambiar para ser mejor, para descubrir al otro, el que me acompaña y el que, desde lejos, impacta mi vida.


    Esto me lleva a reconocer que, para lograr ser plenamente humano, se requiere de un aprendizaje que se logra poco a poco porque es una conquista que se alcanza por vivir en relación.


    ¿Cómo lo aprendí? ¿Cuándo lo aprendí? Un papel fundamental lo tienen quienes me precedieron, los que vivieron antes que yo y me enseñaron cómo ser y hacer para lograr un poco más cada día, pertenecer a la humanidad, esos padres y abuelos que, a partir de la integridad de su existencia, me dieron la dignidad.


    En otro momento, cuando descubrí el sentido de humanidad que se presentaba en el libro del Quijote de la Mancha, en el que Alonso Quijano, en su búsqueda de un mundo inexistente a su alrededor, pero concebido como una forma posible de vivir, sentí que me hacía reconocer mi humanidad en esa posibilidad del sueño que puede ser el servicio, que no la servidumbre, el pensar en el otro, que no el sometimiento y el pensar más allá de mí, eso me hace agradecer a ese Don Quijote por sacarme del oscurantismo y revelarse, buscando la justicia, la honestidad, la verdad, la fidelidad, porque me parece que en estos valores se centra mi humanidad.


    Pero en este maremágnum actual de lo que mi especie de seres humanos ha llamado progreso, me pregunto si, por adaptarme estaré olvidando mi humanidad.


    Me cuestiono si el gran desarrollo de la actualidad me acerca a lo verdaderamente trascendente o me aleja de él: la invasión de la tecnología, la motorización de la vida, la inteligencia artificial, la obra humana suplida por robots, las multitudes en las que pierdo algo de mi identidad, que me inmoviliza y me aísla, las exigencias laborales que me hacen dejar lo importante y esencial por lo urgente e inmediato, la nueva postura ideológica que me invita a centrarme en mí, a pesar de vivir con otros y, si así se requiere, pasar por encima del otro, porque yo voy primero, el producir sin considerar el equilibrio de la naturaleza porque es lo que vale y ese es el precio, el olvido de la espiritualidad porque algo de la ciencia la desconoce por innecesaria y poco rentable y la llama magia, la violencia como medio de subsistencia y, como por su inmediatez, parece ser la mejor forma de alcanzar metas, y otras acciones similares... ¿Esto me lleva a adueñarme de mi humanidad?


    Me vuelvo a preguntar ¿cuándo aprendí sobre mi verdadero ser humano y cómo adquirí esa conciencia? Creo que fue cuando logré cuestionar y cuestionarme, cuando le pregunté al espejo qué era lo esencial y, más allá de la imagen, me respondió: tú, en el conjunto de la humanidad, tú, con los otros, tú, con la expresión más determinante y más clara del amor, que es la acción más humana de todas porque es un reflejo para ti, para otros y con los otros y para no desentonar, para no perderte y lograr con ello, una fuente de felicidad.


    Por ello: gracias abuelos, gracias padres y gracias Don Quijote por aclarar cuál es el camino a seguir, ustedes me dicen: La respuesta es el amor porque es lo que te llevará a descubrir y a recrear tu humanidad.



Ilustración: Fotografía de Kristin Snippe en Unsplash

18 views0 comments

Recent Posts

See All

Comentários


Post: Blog2_Post
bottom of page