San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca a 07 de enero de 2022.
Querido abuelito
La vida cotidiana es bella.
Cada mañana me levantaba para ir a la secundaria, me bañaba y me ponía mi uniforme con pechera y tirantes guinda, me gustaba usarlo sin tirantes, pero los compañeros las ataban a la sillas y un día tembló y ya te imaginaras que terror de no poder salir corriendo por las cintas atadas a las sillas de paleta. Bueno, en realidad quería recordar que en las mañanas dos huevos tibios y un vaso de leche hervida con canela me esperaban en la cocina.
Ella, mi abuelita se levantaba temprano y a ti ya te había hecho un chocolate batido con molinillo y te ibas a tu trabajo en tu bici y yo me iba a la secundaria caminando por toda la vía del tren con mis amigos…
Ahora el aroma a canela y el olor del chocolate recién hecho me evocan la casa de tejas y la cocina. Quise copiar la cocina en mi casa para estar todos juntos.
Bueno, ya te recordaré cuando aprendiste a andar en bici porque yo no aprendí, porque abuelita decía que eso era para los hombres y que las niñas no debían andar en esa cosa de dos ruedas, y yo muy obediente, pues no aprendí. Bueno, ya contaré cuando tú aprendiste a andar en bici a los cuarenta años.
Se despide de ti.
Tu nieta favorita
Lupita
Ilustración: Jaime Dantas en Unsplash
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