Construir sobre la vida,
es construir sobre la muerte.
Pasmosa o ligera,
lastimosa o rápida, esta ahí cotidianamente,
día a día , a cualquier hora, haciéndonos partícipes de sus diálogos
para no olvidarla.
Sus gestos nos dan pavor,
su voz nos hace conscientes.
Encontrarla cara a cara, no es nuestra costumbre,
esperar sentados a que llegue, puede ser cansado,
una mejor opción, seguir la vida y encontrarla en el camino.
Ahí, ahí, siempre ahí, finita, silenciosa o ruidosa.
Todas las formas que la vida presenta, ella también las posee.
Ilustración: Fotografía de Nick Fewings en Unsplash
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