Hoy al despertar, lo primero que vino a mi mente fue: ¡Quiero ser joven!
¿Cómo? ¡No es posible! Es muy simple
Hay que pensar y razonar, te has fijado y pensado las diferencias de viejos y jóvenes, a mi edad no sé si tenga todavía mucho tiempo, pero podemos analizar las opciones.
Imagina a un anciano, ¿ya lo encontraste? ¿Y qué encontraste? La mayoría de los ancianos en tu entorno son afables y cariñosos aunque ya no se acuerden bien quién eres y te cambien de nombre; están en un jardín o un parque sentados cómodamente al sol, o en la terraza de su casa en su sillón y una mesa al lado con un libro, un vaso y agua fresca.
Si hace un poco de frío puedes tomar un rico chocolatito poco para que no te afecte la circulación. ¡Ah! y no se te olvide con un pan suave, porque con eso que ya no tienes dientes, difícil pan tostado con mantequilla y mermelada.
Si tienes tus dientes que te costaron caro, bonitos pero siempre con el temor que se salgan de la boca (hay que tener cerca esa crema que los pega al paladar)¡Cuidado mucho cuidado! No vayas a pasar vergüenzas, delante de los otros comensales que si tienen dientes.
Vamos a seguir con el tema anterior ¿Ya te fijaste se va uno a otro tema? Íbamos con el libro probablemente no puedas leerlo, se te olvidaron los lentes, ya no hay nadie que los traiga. Ni modo, será únicamente el sol para hacerte compañía.
¡Modernízate! ¡Únete a la Era Digital! La verdad hay que reconocer que cuesta trabajo entender que dicen en su rebuscado idioma, pero vale la pena puedo llevar mi Tablet al jardín y oír la música que me gusta. Cantantes tan buenos como: Hugo Avendaño, Toña la Negra, Pedro Vargas, mi consentido Jorge Negrete, Emilio Tuero, los hermanos Martínez Gil y tantos otros. Y la música clásica Wagner, Chopin , Joaquín Rodrigo y muchísimos más.
Pasando a otro detallito: subir y bajar escaleras; si subes tiene que haber dos barandales para que puedas impulsarte y detenerte. Si de lo que se trata es bajar, hay que hacerlo con gracia como los jóvenes, no como costal de papas. Fíjate bien dobla ligeramente la rodilla y baja suavemente a tocar el escalón y luego apoyar bien el pie.
¡Ay que tiempos! Cuando subía y bajaba para ver al hijo que se había caído y bajar corriendo a separar a los chiquitos que se estaban jalando el cabello. Ahora simplemente lo pienso largamente, pero hay un modo de solucionar todo, solo es cuestión de pensar aunque cueste un poco. Busca una canastita o una pequeña bolsa que sea bonita y con asas.
Bonita porque las cosas feas me deprimen, jajaja no es cierto, pero es mejor buscar en la vida las cosas agradables.
¿Para qué era la canastita?
…
…
Luego continúo…
Ilustración: Fotografía de John Cooper en Unsplash
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