Oscar habla de los posibles caminos, de los que tomó, de los que no siguió. Aunque le hubiera gustado seguirlos.
Yo, hoy, apenas empiezo a calmarme, muy apenas, muy chiquito.
Han sido meses, años de preguntarme lo que quiero.
Y no solamente de lo que quiero sino de lo que he hecho.
Cuantos caminos tomados y cuantos otros no tomados a pesar de la gran tentación de tomarlos!
¿Me regresaré a Francia o me quedaré en México?
¿Por qué no intentar otro lugar? Regresar a California, por ejemplo. Allá, fui feliz.
En Francia, hay miles de pueblos encantadores y de ciudades majestuosas. No los he conocido porque he pasado la mayor parte de mi vida en México.
Puedo vivir en los dos países.
Si regreso a Francia, también extrañaré los pueblos de México y algunas de sus bellas ciudades. Por lo pronto, estos están más a mi alcance.
Es curioso como, a veces, no veo las oportunidades. No es como antes.
Ya no me entusiasmo tan rápidamente. Hace que me tarde mucho en tomar una decisión y que termino sin tomar ninguna.
Ilustración: Fotografía de Einar Strotsul en Unsplash
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