
Todas las mañanas
al empezar a clarear,
con los primeros rayos de sol
se oye el bellísimo canto
de un pájaro
posado en la rama más alta
de un encino
que lanza al aire su trino
claro, bello, triunfante
y parece que me dice:
¡Ya levántate!
Hay mucho que ver y cantar,
ponte a trabajar.
Y en la tarde
al empezar a anochecer
volveré a cantar
para desearte
buenas noches.
Ese es mi amigo
el mirlo tempranero.
Descansaré tranquila,
mañana será otro día
y oiré nuevamente
su bella melodía.
Ilustración: Fotografía de Nikita Nikitenco en Unsplash
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