En la mañana radiante,
salió el señor al jardín
y como es de buen talante,
saludó al ruiseñor:
- !Buenos días, ruiseñor!
- !Buenos días, mi Señor!
- ¿No ha llegado la matrona?
- No señor, hoy se hizo remolona,
está estrenando poltrona,
cubierta con bella colcha.
- ¿Qué, qué? exclamó el señor
¡Qué lata! Hoy apetezco unas uvas,
Una naranja jugosa,
un rico chocolatito
y una conchita con nata.
Al terminar de almorzar
dio las gracias con esmero
y como es muy galante,
marchó con paso elegante.
- !Hasta luego Ruiseñor!
- !Hasta mañana Señor!
Ilustración: Fotografía de Ray Henessy en Unsplash
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