Vacacionar: vivir unos días
en libertad y en desenfado.
Si la palabra vacaciones significa: descanso, receso, asueto, ocio, recreo, fiesta, las vacaciones tienen que ser muy importantes para la vida de las personas, porque si no fuera así, la palabra no tendría tantos significados, no estaría relacionada con tantos sinónimos o variantes.
Pero yo me quiero quedar con los que más me gustan y me ayudan a darle el sentido más conveniente: descanso, receso y recreo, por el beneficio que me proporcionan y por la expectativa de disfrute que me dan.
Cuando se escucha la palabra vacaciones siempre surge un sentimiento de alegría, de ilusión, de felicidad, porque las vacaciones, generalmente vienen con una idea de libertad y de desenfado real del tiempo del trabajo que se realiza de manera cotidiana que, aunque sea de gran agrado, también lleva en sí presiones, distensiones y compromisos de lo cual es sano retirarse por ciertos días y tener un espacio de recreo y esparcimiento, días en los que se tenga la oportunidad de reflexionar sobre el camino que se ha recorrido y el que se quiere seguir recorriendo, el que se tiene al frente o cambiar de rumbo.
Indiscutiblemente el trabajo es, desde tiempo inmemorial, fuente de desarrollo individual y social, si no fuera así ¿cómo se utilizaría el tiempo que se tiene que invertir en ir a trabajar ¿cuál hubiera sido el avance que, como humanidad se ha obtenido, si no hubiera sido por el trabajo?
Pero al igual que descubrimos el valor del sonido en contraste por los espacios de silencio, la importancia de la luz en contraste con la oscuridad, la alegría en contraste con la tristeza, la satisfacción en contraste con el hambre, el calor en contraste con el frío, el mar en contraste con la arena, el agua en contraste con la sequía, la risa en contraste con el llanto, las vacaciones en contraste con el tiempo de trabajo y así, con una lista interminable, ¿cómo reconoceríamos el valor que está en los contrastes?
El verano invita al descanso, al esparcimiento y al cambio de acción, a dejar el reloj guardado para ni siquiera consultarlo. Tal vez por ello, desde hace años la Escuela plantea las vacaciones en el verano, para tener un tiempo de reposo, de cambio de actividad, de sentir tranquilidad, de hacer las cosas a voluntad, de buscar recuperar las fuerzas y los sueños e ideales, para retomar el trabajo con brío y nuevo espíritu.
Por esto y por mucho más, las vacaciones tienen gran importancia.
Disfrutémoslas y adquiramos un nuevo sentir hacia el trabajo para retomarlo como una verdadera misión.
FELICES VACACIONES
Ilustración: Fotografía de Nellie Adamyan en Unsplash
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