A quién puedo conocer… - Marichoni

Conocer es saber

y saber es querer

y eso da libertad.

   Qué difícil sería conocer a todo aquel que cruza por nuestro día a día, no es posible, pero si podemos entrar en el mundillo de aquellos que tienen algo que ver con nuestra vida: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, aquellos a quienes les debemos un favor o a los que les facilitamos una oportunidad, y es a quienes queremos conocer, abrirles el corazón e introducirlos en nuestra vida. Conocer a quienes con su cercanía nos sirven, a veces de espejo, nos reflejan lo que de nosotros no alcanzamos a mirar y mucho menos a comprender.

    Es a ese pequeño grupo de personas, a quienes saco del anonimato y a quien llamo por su nombre, a quien le confío algo de lo que soy y anhelo. Ese pequeño grupo que tiene rostro, que tiene historia en común y a quien invito a caminar junto a mí por la vida, es a quien puedo conocer y con quien compartir sentires y develar sueños.

    Quienes me rompen la soledad y diversifican mi perspectiva de la vida, quienes me ofrecen un apretón de manos, un abrazo, una palabra de aliento o aún sin palabras, logran hacerme saber que comprenden mi momento y me dan sentido de pertenencia, haciendo desaparecer el aislamiento en el que caería si no contara con ellos, si no los tuviera.

    No son muchos. Son suficientes y son los que he elegido y, a la vez, me han elegido, son los que, a pesar de la distancia, me escuchan, me respaldan, me dan respuesta o me obligan a encontrarla dentro de mí misma.

    Sí, no puedo conocer a todos, ni siquiera a muchos, pero a los que conozco, están en mí, están conmigo y yo con ellos, en lógica respuesta. La familia, en toda la extensión, los amigos a quienes convierto en familia, a esos compañeros que me ayudan y aligeran mi labor, a quienes me han hecho un favor o a quienes les ofrecí una oportunidad, es a ellos a quienes quiero conocer y encontrar juntos la verdadera liberad de saber y querer. Es a ellos a quienes quiero conocer.

Ilustración: Fotografía de Alexander Grey en Unsplash