Botellas en el Mar

La soda negra como la noche, chispeante con hielo sabe mejor. Sin ella no arranco, me siento pesada como un costal de cemento. Es...

Me regocijo en mirar el mundo a través de los ojos de mi hijo. Apenas tiene un año, todo es nuevo para él. Todo lo recibe con sorpresa. A...

Oscar habla de los posibles caminos, de los que tomó, de los que no siguió. Aunque le hubiera gustado seguirlos. Yo, hoy, apenas empiezo...

“Solo sé una cosa, estoy cubierta de heridas y me mantengo de pie. Dónde encontrar un alma sacudida por mil golpes, pero indomable como...

 ¿Cuántos deseos he tenido en la vida? Infinidad, de todo orden y en todos sentidos.

He deseado vestir de diseñador, un vestido hermoso, largo hecho con esas telas excesivas que caen como si la gravedad que nos mantiene a...

Las calles. Esa traza que hace converger a las casas y a sus habitantes, a los automóviles y a los comercios...

La Vocecita Interna como joroba, no para ni un instante. Se la pasa, dale que dale desde que amanece hasta que anochece. No se si también...

Muy inteligente, rápida de espíritu. Extremadamente creyente en la fé católica. Ayuda a los pobres. Da su tiempo gratuitamente a quienes...

Tengo muchos arrepentimientos: chicos, medianos, grandes y enormes. Algunos son aterradores, otros mera nostalgia. Coexisten...

Te despiertas de mal humor. Como Rosita, otra vez, apagaste la luz demasiado tarde.

Me arrepiento de no tener el valor de defenderme cuando me atacan. De no poner al agresor en su lugar. Me arrepiento de no haber sido una...

Mi muy estimado Don Margarito: Leo sus poemas accidentales muy tarde, en su vida porque usted ya murió. En la mía porque no leerá estas...

Hoy, ví el video que me envió mi hermana Blandine, el vídeo de la comida en Domont. Ayer. Se festejaban 3 cumpleaños. El de mis sobrinos...

Soy Ciudad y soy Campo. Soy vitrina con luces Led y burrito humilde, mojado, en un día lluvioso. Cruzo la avenida, pero no, cruzo la...

Cuando la niña era niña no sabía que existía la muerte. Hoy la sabe presente y compañera. Cuando la niña era niña saltaba sobre la cama y...

Cuando la niña era niña, observaba las nubes. Las contemplaba y siempre veía formas conocidas por ella. Cuando la niña era niña, tomaba...

Cuando conocí a la burrita Camila por primera vez, se me iluminó mi mundo. El hermoso animal caminaba en una aura de luz por la calle...

Reniego del insomnio porque las ojeras se instalan debajo de mis ojos. Desprecio al insomnio porque ando adormilada y torpe por la...

Así que me enteré que mi madre escribió al Papa en turno dos veces en su vida. Me lo contó su hermana, mi tía Renée. Y ayer, me acordé y...