Flores de Guerrero - Adriana Ramos L.

Camina conmigo un agujero negro

hogar de mangos que sostenían la felicidad

aloe que sanaba la fragilidad

árbol de la abundancia donde fui real

apenas me recuerdo respirando en tu cuarto, en el mío

albahaca fresca de verano, nos creíamos libres

sueños que se volvían realidad,

tomates esclavos de sus propias cajas

esa vacación fue inútil, esas pastillas fueron inservibles

duranta, aguacate, pervinca rosada

yo sobreenraizada, cuando la ola nos soltó las manos

los días iban y venían, nuestra vida pasaba tan rápido

un día fuiste todos mis sueños, espinazo del diablo

semilla que explota cuando el agua es demasiado

tallos que crecen en direcciones contrarias

yacíamos; me decías que tú me querías más

ambages, territorios salvajes

abrazos, piel, ira, llanto

dejamos de caminar para encontrarnos

nombres distintos en caminos paralelos

comprendimos abandonar la siembra  —ya no nos pertenecía

miradas, reflejo ausente del otro

mares que se volvieron abismos 

fieles a la atracción al vacío

esas canciones que compusiste, todos mis textos

¿recuerdas lo mucho que escribí ese otoño?

pasaron las fiebres de estar ciegos

los veranos duran muy poco

¿pensarás aún en mí?

¿te importará que no sepa qué decir?

ganas suicidas de frutas sin pulpa, ahogadas

por la inmediatez del momento y momentos vacíos

¿dormirás esta noche?

¿pensarás aún en mí?

Ilustración: Fotografía de Yoal Desurmont en Unsplashed.