Mediana edad - Anne Labrousse

La expresión “mediana edad” es una imagen obtusa.

Dos palabras que saben a rancio, que evocan un espacio gris en una regla milimétrica, que proyectan un tedio infinito.

En fin, una expresión nada poética, nada fresca, y poco pertinente.

Mis referencias, como todas aquí, son de mi familia.

He visto las mujeres de mi familia ser activas en cada etapa de sus vidas

No he visto que entraran en depresión porque cumplían cuarenta y cinco años o cincuenta.

No he visto que se sintieran devaluadas, rebajadas, menospreciadas, menos seguras de si mismas por no tener ya veinte o treinta años.

Durante muchos años, mi querida abuela no pudo votar ya que el voto de las mujeres en Francia se oficializó en 1944.

Sin embargo, no creo que haya sido eso un motivo de tristeza o que se haya sentido apartada.

Me imagino que se alegró de poder votar justo a la edad de cuarenta y cinco años, pero no creo que el voto en si, la haya liberado de algo.

Las mujeres de mi familia son fuertes. A todas las edades.

Son hermosas de ancianas, bellísimas después de los cuarenta, interesantes a los treinta, encantadoras e inteligentes a los veinte.

No las he visto nunca abatidas por la edad, ya que cada época les ha dado mucho, mucho que vivir.

La expresión “mediana edad” es una fea imagen obtusa.

Ilustración: Media from Wix