Para quienes conocen la Ciudad de México, estar en el ojo del huracán es como estar en Tepito después de las siete de la tarde, cuando los vendedores ambulantes y los compradores ya se fueron y quedan montañas de basura en la calle, los puestos vacíos. Y ves aparecer poco a poco a otros personajes que no son, ni vendedores ni compradores; muchos de ellos con su mona en la mano, inhalando tíner. Otros se acercan para pedirte una moneda.
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El ojo del huracán, es la espera de los resultados del examen médico. Hace días tu doctor te dijo: - Esto no me gusta, tiene que hacerse estos exámenes de urgencia.
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El ojo del huracán, es esperar tan sólo una llamada, un mensaje, una señal de alguien que se atrevió a decirte que te amaba.
Ilustración: El ojo del huracán de Stock by Getty Images
*¿Has estado en el ojo del huracán? Espera próximamente la publicación de la Antología de Cuentos y Poemas de la escritora Elena Elizabeth Cortés Arenas.