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¿Por qué?... Porque… - Marichoni

Ver para mirar

Oír para escuchar.


ree

 

    ¿Por qué sentimos tan incómoda la diferencia en la diversidad de opiniones y de perspectiva?


    ¿Por qué resulta tan difícil asumir la enseñanza que se obtiene de la experiencia ajena?


    ¿Por qué es tan complicado resonar con el sentir y pensar del otro?


   ¿Por qué no se puede uno asomar a su ventana, poniendo la mirada, con los ojos del alma, para pera tener un poquito de su ángulo de visión?


    ¿Por qué asumimos rápidamente la parcialidad de mira del otro y creemos que la nuestra representa el todo en el horizonte?


    ¿Por qué no hemos aprendido a partir de la vivencia que nos relata el otro y seguimos creyendo que nuestra verdad es la verdad?


    ¿Por qué tenemos que experimentar para creer? ¿No es eso falta de fe?


    ¿Por qué nuestros ojos y nuestros oídos no pueden ser panorama en ampliación y solo son oportunidad de reducción?


    ¿Por qué resulta tan complejo determinar lo que necesito y espero y creo que ya todos tienen todo lo que necesitan y esperan?


    ¿Por qué lo que otro percibe se hace invisible a mis ojos y solo valido lo que yo veo?


    ¿Por qué en vez de escuchar, me comparo?


    ¿Por qué el cambio se vive como un trastorno y no como una oportunidad?

  

  Tal vez porque solo puedo ver con mis ojos, escuchar con mis oídos y esperar con mi esperanza, sin reconocer que lo que veo, solo lo veo, pero no me pertenece, que lo que escucho, cuando vuela, a veces se lo lleva el viento y otras se pierde porque se oscurece con las nubes.


    Porque mi esperanza pertenece a mi expectativa, a mi necesidad y a mi capacidad de interpretación.


    Porque todavía no me he dado cuenta que no tengo toda la posibilidad de ver el círculo completo del horizonte.


    Porque mis deseos no son más que míos y para los otros son, a veces excesos o innecesarios.


    Porque lo que percibe mi ángulo de visión, al ser contemplado por otro, tiene función de caleidoscopio y ve ya algo diferente.


    Porque el significado de mi interpretación es tan subjetivo que se vuelve único y resulta imposible objetivizarlo.

 

   Porque el nivel que he alcanzado en mi desarrollo ha puesto punto final absoluto y debió haber puesto solo un punto y aparte.


    Porque el tiempo que todo lo relativiza pasa sin darme cuenta y, esperando que pase, hiere mi esperanza.


    Porque mi esperanza herida no me da tregua para renovarla y sanarla.


    Tal vez porque no soy más que una, aunque tenga múltiples facetas.


    Porque al ser solo una con una sola perspectiva, con una sola mirada, con una sola escucha, con una sola interpretación y una sola capacidad de aceptación, no poseo el todo.


    Porque al creer que mi verdad es cósmica, que mi interpretación es universal y que mi idea es fija, como pareciera el sol, que ni él lo es, pierdo la posibilidad de ampliar y comprobar o de relativizar mi verdad y con ello niego la oportunidad de flexibilizar mi interpretación con lo que el otro ve, de ampliar o modificar mi ángulo de visión y tal vez por ello, creo que declaro que no puedo antes de hacerlo.


    Quién sabe que ocurriera si me atreviera a intentar mirar con esos ojos del alma, que ni juzgan ni temen, que solo permiten una oportunidad nueva. Quién sabe lo que ocurriera si así lo decidiera.


Tal vez alcanzaría una estrella.



Ilustración: Fotografía de Hikarinoshita Hikari en Unsplash

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