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Un Poco de Magia Matemática - Marichoni

Las Matemáticas son el

alfabeto con el que Dios

ha escrito el Universo.

Galileo Galilei

 



    La magia de los números siempre nos ha impactado, en el tiempo, en la espera de algún suceso, en las actividades, en nuestra vida. Todo es contado a partir de números.


    Pero un número que encierra magia en sí mismo es el número 13, se le asocia con la suerte, la buena y mala y en todas sus combinaciones se halla expresado un sentido. Sabemos que por naturaleza el 13 es un número primo por excelencia.


    Los mayas lo relacionaban con las trece articulaciones visibles del movimiento del cuerpo humano, iniciando con el cuello que nos permite voltear a la derecha y a la izquierda, arriba y abajo, para contemplar lo que nos ofrecen los cuatro puntos cardinales.


     Continuando con los hombros que al moverlos pueden dibujar en el aire un círculo, esa figura perfecta, que abre y que cierra. Ya tenemos tres.


     Bajando un poco aparecen los codos que permiten abrazar a aquellos a quienes amamos. Llevamos cinco.


    Después tenemos a las muñecas, capaces de moverse al compás de la música que guardamos dentro muy adentro. Ya llevamos siete.


     Siguiendo nuestro recorrido corporal, encontramos las caderas que, haciendo pareja con las muñecas, son capaces de expresar y seguir el ritmo de la vida. Ya contamos nueve.


     Después aparecen las hermosas rodillas que propician la flexibilidad, no solo al caminar sino al percibir las diferencias, lo cual nos permite la tolerancia. Ya llevamos once.


    Por último, hacemos mención a los tobillos que le dan soporte a nuestro paso y nos pueden llevar por múltiples caminos que se nos ofrecen en el día a día. Así completamos trece, nuestro número mágico.


    Haciendo la cuenta de la suma de los valores absolutos de las cifras que forman el número 13, tenemos la siguiente operación:

1+ 2+ 3+ 4+ 5+ 6+ 7+ 8+ 9+ 10+ 11+ 12+ 13 así obtenemos el número 91.


    Según los mayas en esta combinación vuelve a aparecer la magia pues 91 es el número aproximado de la duración de cada estación del año.


    Si el número 91 se duplica, se obtiene el número 182, que es el tiempo aproximado de duración de la cosecha del maíz, ese cereal que nos da identidad a todos los herederos de la Tierra Mesoamericana.


    Si se triplica el número 91, se obtiene el número 273, tiempo aproximado de la duración del periodo de gestación de un nuevo ser humano.


    Y si el número 91 se cuadruplica, se obtiene el número 364, año que se refiere al tiempo de duración de un año menos un día, que es el día que se dedica a esperar la nueva salida del sol que, si vuelve a alumbrar, tenemos la certeza de empezar a contar un nuevo año para la vida.



    Así tenemos que el número 13 y sus diferentes múltiplos tienen la magia de todos los sentidos trascendentes para nuestro vivir.


    Pero allí no termina la magia del número 13, pues los hijos de mis hijos, mis nietos suman trece y así tenemos a:

 

Paulina observando

Ana María clasificando

Isabel descubriendo

Juan Manuel calculando

Francisco eligiendo

Regina creando

Santiago reflexionando

Emilio decidiendo

Natalia danzando

Lorena embelleciendo

Alexia cabalgando

Valentina disfrutando y

Sebastián alegrando


    Y así esos trece personajes aparecen dándole sentido a la vida de todo aquel que los mira, pero sobre todo a quien los cuenta con el mágico amor de quien sabe que en ese hermoso conjunto hay un poco de esa abuela, ABI, que no se cansa de agradecer al Creador por ese mágico conjunto que no pasa de trece.


Ilustración: Fotografías del archivo de la propia autora.

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