Contemplar la vida o vivirla - Marichoni
- Marichoni

- Oct 16
- 2 min read
Vivir para amar,
vivir para dar,
vivir para llegar a ser.

¿Cómo contemplar la vida frente al maremágnum diario del ruido, de carreras, de agobio del día a día?
¿Cómo detener el tiempo para apreciar lo que cada día me ofrece como único porque es imposible de repetirse?
¿Cómo valorar la obra del artista de ahora, de antes y del que vendrá? Y más allá cuando ante mis ojos está la gran obra de arte de Dios en las flores, el sol, en el pájaro carpintero que apareció en la ventana de mi nieta y que me lo manda porque sabe que me va a encantar y en todos los seres humanos de mi alrededor, en mí misma, en mi quehacer, a veces incomprendido y otras poco apreciado, pero al fin y al cabo mi quehacer cotidiano.
¿Cómo apreciar ese arte que encuentro en todo lo que me rodea y que me habla de belleza y de eternidad si tengo que enfrentar las dificultades del vivir, del hacer, del llegar y del alcanzar?
¿Cómo detener el correr que nos hace actuar sin apreciar el paso de las horas y nos lleva a repetir sin reconocer la diferencia de lo que puede ser nuevo o de lo que puedo hacer nuevo?
Tal vez viviendo, solo viviendo, pero en alerta, en apertura de sentidos, los cinco reconocidos y el menos frecuente de todos, el sentido común.
Esa alerta que aplico al manejar el automóvil y que me hace ver a izquierda y derecha, al frente y atrás, para llevarlo a la vida y dirigir ojos y oídos a los cuatro puntos del horizonte.
Esa sensibilización rescatada de esa toma de consciencia del esfuerzo del correr de cada día para no perder de vista a tantos y tantos seres que me rodean y que en algún momento me piensan y me traen a su presente y con ello me dicen que yo también soy parte de esa obra de arte del Creador.
Esa mirada que me hace ver la fecha del calendario que solo será para ahora, que mañana ya no será igual y que por ello es única.
Sí, tal vez vivir lo que la vida me pide cada día, con el reconocimiento que significa la energía del ir y venir para cumplir, para existir, para hacer y para ser.
Esa idea que me surge y que me invita a abrazar con fuerza este día la vida de hoy, que el de mañana, ya Dios dirá.
Ilustración: Fotografía de v2osk en Unsplash






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