Las dos caras del tiempo - Marichoni
- Marichoni
- Apr 10
- 2 min read
Como dice el refrán:
Darle tiempo al tiempo.
Renato Leduc

Cuando vemos hacia atrás nuestra vida, cuando a la memoria surgen los recuerdos, cuando en la conversación cotidiana algo nos detona a traer al presente otros momentos que casi siempre vienen de un antaño lejano, entonces oímos entre quienes nos encontramos la tan usada expresión: cómo ha pasado el tiempo, los años se fueron volando.
Se agolpan en la memoria nuestra infancia y nuestra juventud, nuestros sueños y anhelos, vemos como si fuera en presente aquello que decíamos, aquello que sentíamos: voy a alcanzar mis metas, no me voy a equivocar, a mí eso que veo, no me ocurrirá. Y recuperamos el tiempo y volvemos al presente, los años se fueron volando… Y pasaron muchas cosas, pasó lo que tenía que pasar.
Claro que cierro los ojos y ese tiempo que se fue, lo hizo con un conteo diferente al real, las décadas las convierto en lustros y los lustros en años, y por ello vuelvo a decir: cómo han pasado los años.
En un abrir y cerrar de ojos se agolpan las imágenes de remenbranzas en los que creíamos alcanzar las estrellas, una fotografía, una canción o un poema, me hace reconocerme en un tiempo en el que me parece que todo era lindo porque así quiero ver lo que se fue, por ello pienso que los años pasaron volando.
Olvidé las dificultades, las luchas internas, los llantos y las cuestas que subí, solo me acuerdo que era lindo, que creía yo en mí y que, visto a la distancia, parece que fue tan fácil, estoy en mi pasado viéndolo desde el presente.
Pero cuando espero que algo ocurra o deseo que algo cambie, cuando anhelo una solución a la inquietud presente, el tiempo me parece que da pasos lentos, los minutos parece que tienen seiscientos segundos y yo que quisiera que tuvieran seis para el siguiente minuto…
El tiempo parece que se acelera a través de los recuerdos, pero cuando lo estoy viviendo no me doy cuenta que nunca rompe la regla: un minuto en sesenta segundos, ni más ni menos, como ha sido siempre.
Esas son las dos caras del tiempo, y en eso está la oportunidad que me ofrece para reconocerme con esperanza o desvelos, con alegría o desesperación innecesaria, con idea de aprovecharlo o desperdiciarlo en lamentos.
Tal vez por ello Antonio Machado nos dice poéticamente: Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar…
El tiempo es condición inherente para encontrar el sentido de cada día que vivo.
!Gracias Dios por hacerme consciente del paso del tiempo!
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