En la canción “Ansiedad (peleo con las sombras)”, Francisca Valenzuela menciona: Tengo una ansiedad, no la puedo explicar, en la jaula de mi mente, sin salir, ¿cómo otros pueden dejar todo ir?
Qué increíble es cuando la música puede explicar por nosotres lo que sentimos cuando las palabras no se nos vienen a la cabeza, no son fáciles de encontrar, no encuentran la conexión con las emociones que rebotan incesantemente.
“Peleo con las sombras, sin saber por qué”, es el verso que más define mi sentir de los últimos días: escenarios distópicos, catastróficos y violentos, ideas contradictorias y llenas de sabotaje, sentimientos de auto rechazo y una búsqueda incesante por peligros inexistentes. ¿Cuál es el propósito de cargar con toda esta paja mental?
Me dijeron que tenía que enojarme con la ansiedad que dice todas estas falacias en mi oído, pero no logro sentir más que hartazgo y desesperación. Nunca coraje, nunca enojo. Sin poder ponerle un límite desde estas emociones recomendadas, ¿cómo podré detenerla?
Es ilógico pensar que nadie, nunca vivirá un momento de fuerte ansiedad; quizá no sea un suceso clínico o acompañado de un diagnóstico formal, pero creo que cada persona vivirá de una u otra forma esta lucha que tenemos con las sombras. Sombras del pasado, de los traumas, los rechazos, los errores y arrepentimientos.
Al final del día, Francisca tiene toda la razón: “soy mejor que esto, yo sé”. Porque sí lo sabemos, sí somos mejores que esto y sí podemos convivir con nuestra ansiedad, en lugar de pelear contra ella; podemos hacer las paces con nuestras sombras y dejar que caminen a nuestro lado para cuidarnos, pero sin meternos el pie.