Primas - Anne Labrousse

De niñas, adolescentes, adultas ya con hijos, nos escribíamos todos los días, mi querida prima.

Desde hace unos años, hemos perdido esa costumbre. A veces por desacuerdos, a veces por pereza, pero más seguramente porque cada una ha tomado un camino muy diferente y es difícil ahora expresarlo por carta.

Seguimos escribiéndonos por WhatsApp  pero lo es lo mismo que una bonita carta, aunque fuera por correo electrónico.

Durante tantísimos años, nuestras vidas tenían muchos puntos en común, por lo menos, muchos pensamientos.

Porque eso, si, siempre hemos vivido de manera muy diferente.

Hoy, es más diferente todavía y quisiera decirte que extraño mucho nuestra correspondencia.

Mi vida ha cambiado, la tuya también.

Ahora vives tranquilamente, feliz y viajas con tu esposo cada vez que se te antoja.

Aquí, para mi, la vida se me ha complicado y no sé como explicártelo.

No es como hace pocos años. Estoy viviendo un cambio radical.

Desde que me enfermé, todo cambió. Todo.

Mi situación en general es totalmente distinta, más difícil.

Justo cuando debería ser más fácil.

Entonces, no sé que contarte, no me atrevo a decirte todo lo que pasa, como vivo, que dificultades he pasado.

No seria normal, entre comillas. No sé si lo entenderías.

Claro, no todo es así, y cuando algo bueno pasa, te escribo. Y, así, mantenemos una suerte de hilo de comunicación.

Ilustración: Fotografía de Becca Tapert en Unsplash