La Carrera de Vida
que no realicé.
Te quiero contar lo que no he logrado, ojalá te sirva para completar mi curriculum vite.
Esto es lo que no sabes, lo que logré ya lo conoces, ¿para que te lo vuelvo a relatar?
Se quedó fuera la que pudo ser cantante o bailarina, a ninguna la pude integrar de manera formal, me hubiera encantado no tener prejuicios para hacerlo, ni modo, los tuve, ambas viven dentro de mí y siempre que las dejo salir para explayarse cuando no se van a notar, ya dije que nunca se ejercitaron de modo formal.
Tampoco salió la atleta, aquella que un día ganó como campeona de carreras entre las estudiantes de secundaria en el Distrito Federal, ni la que hubiera seguido jugando frontón, y no ganó un trofeo que nunca recibió. Ambas se quedaron guardadas, no había tiempo para ellas, había que comprar leche y pan a diario y eso no fue suficiente para utilizarlo como recurso para entrenar.
Se quedó en el tintero la posible oradora en auditorios porque tuvo que escuchar más que hablar, hacer esa escucha que a veces era interpretar en silencio porque si hubiera hablado, habría roto su propia magia y no hubiera descubierto lo que era necesario para responder a la exigencia del día a día, y así quedó en resguardo, viendo, esperando el momento en que pudiera salir sin otro requerimiento que el de hablar para hacerse escuchar.
Quedó escondida la luchadora social que descubre aspectos que se requiere cambiar de manera radical, sólo surgió la maestra que siembra un cuestionamiento en los niños que encontré en mi camino para que ellos logren el cambio por el que no hice una lucha social.
La que soy es evidente que no es la que pudo ser. Ni falta que hace.
Pero con ello completo lo que elegantemente se llama Curriculum Vitae, con lo nunca llegué a integrar y por lo tanto, no fui.
Ilustración: Del archivo de la propia autora.