Familia - Anne Labrousse

De lejos o de cerca, la familia es una entidad extraña.

En la niñez, uno no se da cuenta tan facilmente. Aunque si, para los niños, existen familiares amados y otros que dan algo de miedo.

También, están los que no conocemos y que, un día, quizás, conoceremos sin llegar a conocernos bien.

La familia. De lejos, parece simple. Pero, apenas uno se acerca, y se acaba la simplicidad.

La familia es una mini sociedad en la cual existen obligaciones o, por lo menos, expectativas.

Yo, apenas estoy descubriendo a mi familia.

Y me doy cuenta que no tengo mucho que ver con ella.

Aunque, si, siempre surgen buenas sorpresas, o malas en cada viaje.

El primo que queremos mucho pero que nunca podemos ver. Cuando, por fin, se da un encuentro, este encuentro brinda mucha felicidad.

La prima con quien no teníamos mucho en común antes porque es más joven y no se podía jugar con ella de niñas.

Ahora, es una adulta que se acaba de jubilar y que se interesa por los demás. Que da de su tiempo para compartir. Una muy buena sorpresa.

La otra prima con quien éramos como uña y mugre durante décadas, ahora, no habla. No quiere saber nada. Sólo le importa su vida.

La gente más grande ya murió. En dos semanas, acabamos de perder los dos últimos grandes pilares de la familia, mi madre y mi tía Renée.

Para toda la familia, eran las grandes referencias. Todo sabían y a todos conocían. Habían sido presentes en la vida de todos.

Ellas hacían la cohesión. Y, ahora, nos hace falta quien haga la cohesión en la familia.

Ilustración: fotografía de Julianne Cohen en Unsplash