Instrucciones para vivir la vida - Marichoni
- Marichoni

- Aug 28
- 4 min read
Indicador de pasos precisos
para realizar una actividad.

Estoy segura que ninguna serie de instrucciones podría servir para vivir la vida realmente, puesto que existen una serie de imprevistos de todo orden que pueden alterar lo que se tiene previsto, el cambio es el detonante al que necesitamos tomar en cuenta para vivir.
Pero si a pesar de esta aclaración, tuviera que formular un instructivo para vivir, empezaría por:
En la infancia, juega, el juego es el mejor maestro durante los primeros años y en los de edad adulta también, pero en la infancia es el medio para desarrollar habilidades, para lograr los primeros aprendizajes y poner en relación de igualdad a los niños que juegan juntos.
El juego es la oportunidad de aprender que en la vida se pierde o se gana y que ninguna de las dos circunstancias define la condición de las personas, no es ella la ganadora o la perdedora, es la oportunidad en un juego que se tiene que resolver para un momento concreto y que en otro el resultado puede variar.
Descúbrete con la dignidad del amor y aceptación al ser tal como eres. aunque todo lo puedes cambiar, tu esencia se mantiene.
En la infancia aprende, asómbrate y descubre, encuentra lo que te gusta y reconoce lo que no te es tan grato, Eso dice algo de ti.
Al pasar el tiempo y dejar la infancia, abre la mente, analízate y conoce tus fortalezas y lo que no te hace sentir fuerte, trata de trabajarlo para superarlo. Te dará la certeza de que puedes lograr lo que quieras.
Aprende a relacionarte, a reconocer a otros diferentes de ti, a desarrollar la aceptación, todos somos distintos y cada uno con nuestras cadaunadas nos representamos frente a los otros.
Descubre el mundo a través del arte, la música, la literatura, el deporte, es el momento de sensibilizarte ante la obra humana, así te motivarás a hacer la tuya propia y ofrecérsela al mundo circundante.
Diviértete poniendo en juego esas habilidades desarrolladas desde la infancia, descubrirás que la ejecución repetida te hace experto, además, ya tuviste la oportunidad de aprender que a veces se gana y a veces se pierde.
Intenta cualquier aspecto de la ciencia o el arte, eso te orientará a conocer múltiples estímulos para saber el que más se acerca a lo que te define.
Recrea la amistad, en ella está la colaboración y la amplitud del horizonte porque cada quien, al tener un punto de vista distinto, agranda el ángulo de lo que podemos mirar.
Al dejar la infancia, descubre el mundo del amor, de la elección por alguien, de la importancia del grupo, de la diversión en conjunto, aprovéchalo y aprécialo.
Para superar la etapa en la que se adolece de autocrítica y se piensa solo en uno mismo, es decir, la adolescencia, observa la realidad, la naturaleza y sus leyes, conoce la historia y las diferencias de cada época de la vida, agradece a quien contribuyó para que tú partieras del punto del que lo haces.
En la juventud reconoce tu fuerza constructora, descubre tus inclinaciones para hacer y proponer, elige cómo te gustaría vivir, aunque siempre exista la posibilidad de modificar el rumbo y cambiar de camino para continuar construyendo.
Si en esta etapa tienes oportunidad de valorar el servicio que puedes ofrecer, la satisfacción que puedes obtener se parecerá mucho a la felicidad.
A la felicidad persíguela de por vida, es huidiza y a veces se esconde en el dolor, pero es una búsqueda constante de nuestra especie, por ello progresamos, avanzamos, cambiamos, modificamos, edificamos, desechamos y rehacemos mejorando, lo hacemos todo para lograr mayor felicidad.
En esta etapa retoma la conciencia de alcanzar la independencia, eso tranquiliza el espíritu y te hace consciente de tus decisiones.
Aprecia, valora y esfuérzate frente al trabajo, no solo te dará algo de esa independencia sino te permitirá dejar tu propia huella, la que nunca será igual a la de ninguna persona de tu especie.
Exprésate con alegría, eso promueve el gusto por estar junto a ti, lo contrario te irá dejándote en cierta soledad, aunque ésta sea muy valiosa en momentos en que necesitamos un espacio privado, pero no por mucho tiempo y menos para siempre.
Descubre la felicidad de amar, de dar y de compartir, sin esperar mayor reconocimiento, es la manera más directa de mantenerla presente, y recuerda relativizar la ingratitud y el olvido.
Mantén el interés por actualizar tu pensamiento a pesar de contar tu edad en varias décadas, siempre te sentirás con vida y conectada con la realidad y el presente.
No conviertas al error en condición definitiva, conviértelo en reto para como lograr el cambio en los resultados.
Al cabo del tiempo, aprecia el pasado, definió tu presente, contempla el futuro porque es anhelo de vida.
Y por último aférrate a tu fe, a tu idea del Creador, en ello está la fortaleza para enfrentar el dolor, la pérdida y cualquier equivocación y convertirla en nueva oportunidad, superando la dificultad y la confusión de lo que no se puede ni entender ni controlar.
En conclusión, para vivir sé tú y comparte lo que eres, lo que tienes y lo que quieres. Tal vez logres darle significado a tu existir.
Ilustración: Fotografía de Jeremy Bishop en Unsplash






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