La incertidumbre es una margarita
que jamás se termina de deshojar.
Mario Vargas Llosa
Al pasar por la vida, al recorrerla, irremisiblemente voy entrando en un bosque que no sé lo que contiene, es incierto, al creer inocentemente que puedo correr sin estorbos, recibo el primer golpe que me provoca un tronco que me aporrea, y tengo que levantarme y seguir buscando el camino de la vida, pero ya no soy la misma, he conocido el miedo y la rudeza del golpe que algo me enseñan, pero no puedo detenerme, tengo que levantarme y, en esa decisión, despierta una fe que creo que será duradera…
Y nuevamente, el enramaje que me hace caminar en lo incierto porque es oscuro, vuelve a golpearme y me tumba ¿por qué ahora me tambalea si, tal vez, no es tan fuerte? Porque ya no soy la misma, ya conocí la herida y la nueva duele más profundamente.
Pero al levantarme, espero menos, me cuido más y decido no caminar en la oscuridad y es así como prendo la luz que sale de dentro, esa luz que existe en mí porque sé que hay un Ser Superior que me da fortaleza, una luz que no está afuera, la tengo en mi interior. Ahora quiero seguir caminando.
Yo lo decido y me arriesgo aunque ahora ponga cuidado al hacerlo. Eso es vivir, a pesar de lo incierto.
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