Me arrepiento de no tener el valor de defenderme cuando me atacan. De no poner al agresor en su lugar.
Me arrepiento de no haber sido una persona más feliz.
Me arrepiento de haber seguido contigo cuando te marchaste de la casa y me dejaste sola.
Me arrepiento de no haber sido capaz de decir “Hasta aquí”.
Me arrepiento de la confusión tremenda con mi última pareja. Sabía que faltaba claridad y no lograba tenerla.
Tal vez no quería aceptar lo que había.
Me arrepiento haber dejado Francia tanto tiempo. Ahora, es difícil regresar. No sabría por donde empezar.
Me arrepiento de no haber escogido una carrera con la cual ganaría más dinero. Lo suficiente para ir a mi país y a otros también.
Me arrepiento de mi falta de atención hacia asuntos importantes.
A veces, me arrepiento de haber criado a mi hijo aquí. Tal vez, hubiera sido mejor en Estados Unidos donde nació o en Francia.
Me arrepiento de no tener valor para avanzar, muchas veces.
Me arrepiento tener que guardar algunos secretos porque decirlos haría daño a otros.
Me arrepiento de no haber estudiado más idiomas. También de no haber estudiado un doctorado. Era totalmente capaz de hacerlo y no lo hice.
Me arrepiento de todas las veces que herí a alguien.
Me arrepiento de no tener más en la vida.
Aunque, tal vez, tenga bastante. Eso, no lo sé.
Ilustración: Fotografía de Timothy Eberly en Unsplash