¿Has compartido una cama en silencio?
¿Hay acaso una afonía más elocuente?
Desborde de pasión, comprensión y complicidad.
Mutismo que todo lo dice, donde las palabras sobran.
Silencio frazada que nos cobija y arropa.
Promesa implícita. Mañana está por llegar y estamos juntos.
Despertaremos juntos en este silencio pleno.
¿Acaso no hay también silencios que gritan odio y rencor?
Silencios pesados y asfixiantes, en el que ni el uno,
ni el otro son capaces de articular una sola palabra.
Silencios que se trenzan sobre las gargantas de ambos,
Implacables, atenazan la laringe.
No dejan escapar … ni un perdón, ni un te quise.
Silencios tumba, mutismo de sarcófago a oscuras.
Congelan el último impulso de extender la mano para tocar al otro.
Tender una cuerda a quien yace a un lado
Revivir, quizás, el nosotros en el silencio de cada uno.