Y después de las vacaciones ¿qué? - Marichoni
- Marichoni

- Aug 21
- 2 min read
El trabajo le da valor incalculable al tiempo.
Después de las vacaciones quedan los recuerdos, si fue un viaje, si vino alguien de visita, si hicimos lo nunca realizado, si descansamos más de la cuenta, si nos aburrimos sin saber qué hacer. Cualquiera que haya sido la experiencia, tiene final y ese final nos devuelve a una realidad: la del trabajo.
¿Cómo regresar después de hábitos de vacaciones como no atender un horario, saber que no hay nadie que tenga el control sobre mis tareas, organizar mi día a mi antojo total, Entonces ¿cómo regresar al trabajo?
Con una nueva motivación, con una nueva actitud, con nuevos bríos, con la añoranza de hacer el trabajo que enriquece la mente y a ponernos en actividad nuevamente.
Los días de vacaciones nos dan gran felicidad pero no hacen que se suelte del todo el trabajo, lo que se ve, lo que se escucha, lo que se experimenta, lo que se conoce o se reconoce, permite que algo nos ponga en relación con nuestra labor y surge esa motivación pensando: cuando regrese qué se podría modificar una vez que lo retome, cómo se podría mejorar lo que hasta ahora he hecho, qué decirle a los compañeros de trabajo que propicie obtener un resultado mejor.
Sí, aún en vacaciones, no soltamos del todo el trabajo, porque representa esa acción elegida a voluntad que le da sentido al día a día, le da salida al esfuerzo y al conocimiento. Si no fuera así, si solo se hiciera por obligación, la vida perdería cierto sentido que, de otro modo, enriquece todo nuestro ser.
El trabajo no solo es el medio de obtener un salario, que, si nos atenemos a su verdadero significado, salario viene de sal, la sal es la manera de darle sabor a la vida, y el salario, claro que lo da, pero no solo es para ello, es encontrar el desarrollo de la creatividad, es el medio de dejar huella y aportar, es una forma de sentir la vida, es una forma de colaborar para de avanzar como humanidad.
Cuando el trabajo nos ofrece una experiencia creadora y nos interesa lo que hacemos es porque reconocemos su trascendencia y el regreso a la actividad sucede con alegría porque se reconoce su importancia.
Cuando somos capaces de identificar que ese trabajo que hacemos y el cómo lo hacemos, nadie lo haría así, hace que se convierta en manifestación de unicidad y lo asumimos con entusiasmo. Eso nos permite reintegrarnos a su ejecución con la certeza de saber que lo que hacemos, repercute y nos ayuda a ser y hacerlo para que todo funcione mejor.
Regresar al trabajo después de dejar atrás las vacaciones, nos renueva una ilusión, que a veces en la cotidianidad, si nos descuidamos, podemos ir perdiendo, pero si acudimos a reconocer cómo me siento en cada principio, con qué alegría empiezo mi labor en cada etapa, tal vez en el caminar puedo retomar ese entusiasmo original.
Trabajo, grata palabra y bendecida actividad. Vacaciones, gracias por haberme renovado, me dejaron lista para volver a empezar.
Ilustración: Fotografía de Tau Tri Tram en Unsplash






Comments